Al final de este artículo encontrará el enlace para descargar el estudio de la CEPAL que analiza el impacto que COVID-19 puede tener en América Latina. La región enfrenta la pandemia desde una posición más débil que la del resto del mundo.
Antes de la pandemia, la CEPAL preveía que la región crecería un máximo del 1,3% en 2020. Sin embargo, los efectos de la crisis han llevado a cambiar esa previsión y pronosticar una caída del PIB de al menos un 1,8%.
No es de descartar que el desarrollo que la pandemia lleve a previsiones de contracciones de entre un 3% y un 4%, o incluso más. El impacto económico final dependerá de las medidas que se tomen a nivel nacional, regional y mundial.
Los efectos de la pandemia impactarán en la región a través de cinco canales de transmisión:
• La disminución de la actividad económica de sus principales socios comerciales. La región depende en gran medida de sus exportaciones y el freno de la economía mundial reducirá su volumen y su valor. Los efectos a nivel nacional dependerán de la estructura productiva y exportadora de cada país.
• La caída de los precios de las materias primas que afectará principalmente a los países sudamericanos. La reducción de los precios de exportación puede llevar a un deterioro de los términos de intercambio en los países exportadores de ese tipo de productos. La reducción de la demanda de China, el mayor consumidor e importador de materias primas, jugará un papel importante en la dinámica de precios. A esta situación se agrega la guerra de precios en el mercado petrolero que afecta principalmente a la República Bolivariana de Venezuela, México, el Ecuador y Colombia, en la medida en que sus costos de producción son mayores que los de otros productores, como los del Golfo Pérsico.
• La interrupción de cadenas mundiales de suministro de bienes manufacturados producidos principalmente en China, pero también en Europa y los Estados Unidos, afectará la continuidad de la producción de industrias clave como la automotriz y la electrónica, principalmente en
México y el Brasil, los mayores productores manufactureros de la región.
• El desplome de la demanda de servicios de turismo que afectará en especial medida a los países del Caribe. En el supuesto que de los efectos de la pandemia se concentren en el segundo trimestre de 2020 y resulten en prohibiciones de viaje o decisiones personales de no viajar durante tres meses, la actividad turística en esos países se contraería un 25%.
• El aumento de la aversión al riesgo de los inversores y el deterioro de las condiciones financieras mundiales llevan a una mayor demanda de activos seguros (las tasas de retorno de los bonos del tesoro de los Estados Unidos están a niveles históricamente bajos), una menor demanda de activos financieros de los países de la región y fuertes depreciaciones de sus monedas. Más aun, aunque las tasas de interés están a niveles históricamente bajos, países muy endeudados como algunas islas del Caribe y la Argentina, pueden enfrentar problemas para el servicio o reestructuración de sus deudas debido a problemas en los mercados financieros.
Impacto COVID-19 en A. Latina y Caribe Agenda 2030 • Escenarios y proyecciones
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